Es un diagnóstico clínico, que consiste en un dolor anginoso desencadenado por el esfuerzo o estrés, se alivia con el reposo y se mantiene sin variación en su forma de presentación ( duración, intensidad, umbral de esfuerzo o frecuencia) durante el último mes. Esta relacionado con el desequilibrio existente entre el flujo coronario y la demanda miocárdica de oxigeno, que habitualmente se produce por estenosis ateromatosa que ocluye parcialmente la luz arterial coronaria.
El angor constituye el primer sintoma de la cardiopatía isquémica en el 50% de los casos. Generalmente , tiene buen pronóstico, aunque se deben identificar los grupos de mayor riesgo que se beneficiaran del tratamiento de revascularización.
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